Hoy en día estamos inmersos en
un mundo digital y el campo de la enseñanza no es una excepción. Como profesora
me siento agradecida con la aparición de y el desarrollo de las tecnologías.
Estas vinieron para ser aprovechadas en la clase de idiomas.
El uso de algunas de ellas
para impartir la clase de español, no solamente le han facilitado al profesor
adaptar los contenidos, sino también crear material. Como vemos la creatividad juega
un papel muy importante, pues los alumnos, por ejemplo, pueden utilizarla para
realizar audios, videos, escribir, investigar, editar información, entre otras.
Como vemos, por medio del panorama tecnológico el estudiante puede tomar un
papel activo en la clase y realizar su propio contenido de aprendizaje.
Estas aportan también al aprendizaje
colaborativo, pues por medio de las redes sociales, foros, blogs, etc., los docentes
y aprendices, tienen la facilidad de pertenecer a una comunidad de interés e
intercambiar información de modo fácil y rápido que le sean útil para ensenar o
aprender una lengua.
Además, algunas plataformas,
como Google y Youtube, facilitan a los estudiantes un acercamiento con la
lengua meta, ya que contienen información auténtica que se encarga de que conozca
con mayor profundidad la cultura de la lengua meta.
También podríamos decir que fomenta
el aprendizaje por medio de los errores, pues en muchas páginas webs o aplicaciones,
se puede observar cómo el estudiante se empeña en repararlos hasta acertar, dejando
a la frustración a un lado.
Por otro lado, no podemos
negar que por medio de las tecnologías los estudiantes pueden ahorrar o ganar
tiempo, pues la educación online es accesible para todo público. Antes se
necesitaba de un salón de clases, hoy basta con una pizarra virtual. Tanto los
estudiantes como lo profesores pueden distribuir su tiempo dejar de desistir a aquello
que siempre se quiso hacer.
Además, las tecnologías están
hechas para todos, incluso para los estudiantes más tímidos, pues con ellas se
convierten más participativos. Incluso, aquellos docentes que manejan al máximo
la teoría, pero les cuesta transmitírsela a los estudiantes, pueden valerse de
las tecnologías para hacerles comprender a ellos lo que tanto necesitan.
Por último, no podemos obviar
que tanto los maestros como los alumnos, tienen la ventaja de enseñar o
aprender de forma entretenida. Pues las tecnologías nos permiten estar en
constante interacción. Esta ventaja puede resultar especialmente útil para niños
y jóvenes con problemas de concentración.